PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE DADO A LOS HOMBRES EN EL QUE PODAMOS SER SALVOS
QUIENES
SOMOS
Somos miembros del cuerpo de
nuestro Mesías, y por tanto, hermanos en la fe de todos los que en cualquier
lugar invocan el nombre de nuestro Señor YESHUA
DE NETZARET, (Jesús de Nazaret), Señor de ellos y
nuestro y que profesan una fe igualmente preciosa que la nuestra, que somos las
iglesias que aceptamos la doctrina de la Unicidad de
Dios o del nombre de YESHUA (Jesús). De
las cuales hay muchas agrupaciones del Nombre de YESHUA (Jesús) en el
mundo, y todas creemos en la misma doctrina apostólica.
Somos la continuación de la iglesia
apostólica que nació el día de Pentecostés que siguió a la ascensión del Señor YESHUA (Jesús), día de Pentecostés en que fue derramado el Espíritu Santo por primera
vez (Hechos 2).
No basamos
nuestro origen en el avivamiento Pentecostal ocurrido a mediados del
siglo XVII, y principios del siglo XX, sino en el poder de YHWH, que el Espíritu Santo es quien guía a las personas y habla mediante la
Biblia. En dichos acontecimientos. Asumimos la
responsabilidad de este llamado, de servirle al Señor YESHUA (Jesús), y de llevar el mensaje de las
buenas nueva para que las almas se Vuelvan a YHWH y alcance el
perdón de vuestros pecados intencionales; y Reciban de gracia el Espíritu Santo.
EL
MINISTERIO
Creemos en la Unicidad de Dios
(que Dios es uno de único) confesando el misterio de la piedad: Dios fue manifestado
en carne (Isaías 9:6, Juan 1:14, 1. Timoteo 3:16, etc.), es decir, confesamos a
YESHUA (Jesús) como el único Dios
que fue manifestado en carne para darnos salvación, Porque
en él habita corpóreamente' toda la plenitud de la Deidad, (Colosenses 2:9). Así, creemos en la completa Deidad y en la Plena humanidad
de YESHUA (Jesús). Las Iglesias de la Unicidad no atribuyen la
supremacía del Mesías a ninguno. En cuanto a su divinidad, YESHUA (Jesús) es el único Dios y Padre eterno, pero en
cuanto a su humanidad, YESHUA (Jesús) es el Hijo de Dios o el ser humano que nació
por la voluntad del Padre. El término Hijo de Dios siempre está
relacionado con la humanidad de YESHUA (Jesús), es decir a Dios manifestado en carne. YESHUA (Jesús) es a la vez el Padre y el Hijo. Argumentamos
que su concepción de Dios corresponde al monoteísmo estricto primitivo, y vemos el concepto trinitario (Dios
es uno, pero en tres personas diferentes) como algo incorrecto.
Sabemos que la Biblia es la
única palabra revelada de Dios que posee el hombre. Por consiguiente, toda la
doctrina, la fe, la esperanza, y todas las instrucciones para la iglesia deben
estar basadas y deben armonizarse con la Biblia.
La Biblia es la Palabra de
Dios, por tanto es inefable y no contiene errores.
La Biblia es la Palabra profética
(2. Pedro 1:19) y toda la Escritura es inspirada por Dios (2. Timoteo
3:16). No existe ningún otro libro que tenga la misma autoridad que la
Biblia.
DECLARACION
DE FE
Nuestra Sana
Doctrina; Plan de Salvación:
Predicamos el plan de salvación Buenas
Nuevas (nuevo testamento), basado en Hechos 2:38, es decir arrepentimiento,
bautismo en agua, que se vuelvan a YHWH-YESHUA (Jesús), y la gracia del Espíritu Santo con
la evidencia de hablar en nuevas lenguas. La gracia del Espíritu Santo es la
que le permite al hombre vivir una verdadera vida de santidad.
Tras la primera
predicación de la iglesia apostólica, 3.000 de los oyentes se conmovieron de
corazón y preguntaron a los apóstoles que era lo que tenían que hacer para ser
salvos. Entonces "Pedro les dijo: Volveos a
YHWH haciendo arrepentimiento, y entrando al agua, purificaos en agua uno por
uno, acogiéndoos a los méritos de YESHUA
el Mesías para perdón de vuestros pecados intencionales; y recibiréis de
gracia el Espíritu Santo" (Hechos 2:38).
La declaración del
apóstol Pedro, reflejaba las palabras dichas por el Señor YESHUA, acerca del plan de salvación que Dios tenía en mente para el periodo
de la gracia (o de la Iglesia). “Respondió YESHUA: "De cierto, de cierto te
digo: el que no experimente lo prometido en la Tora por el Espíritu Santo, no
puede entrar en el Reino de Dios". (Juan 3:5).Para cumplir el plan
Bíblico de salvación, una persona debe nacer de nuevo sintiendo
dolor por su pecado a través del arrepentimiento (Proverbios 28:13,
Hechos 22:16, 2. Corintios 7:10), Ahora, pues,
¿por qué te detienes? Levántate y purifícate, y lava tus pecados, invocando su
nombre. YESHUA (Jesús) (Romanos 6:4-6), Porque mostramos que
fuimos sepultados juntamente con él para muerte 34 por el acto de inmersión
ritual en agua, para que así como Mesías fue levantado de entre los muertos por
la gloria del Padre, así también nosotros podamos ser declarados nacidos de
nuevos. (Romanos 8:9) con la evidencia de hablar en otras lenguas como el Espíritu
de Dios le dé que hable (Hechos 2:3-4).
Hay tres cosas que
un ser humano debe hacer para recibir la vida eterna. Arrepentirse, ser
bautizado en el nombre de YESHUA (Jesús), y recibir el Espíritu santo.
·
Arrepentimiento: Los Pentecostales Apostólicos, creemos que el
arrepentimiento es esencial para la salvación (Lucas 13:5). Definimos el
arrepentimiento como apartarse del pecado y volverse hacia Dios. El verdadero
arrepentimiento requiere que el hombre reconozca que es un pecador, haciendo
una confesión de sus pecados a Dios, creyendo que Dios le puede perdonar y
limpiar de todos ellos (1 Juan 1:9). Decimos que el arrepentimiento está
acompañado por un dolor piadoso, que es el motivador del verdadero
arrepentimiento (2. Corintios 2:10). El arrepentimiento también es un requisito
previo para recibir el Espíritu Santo (Juan 14:17; Hechos 2:38). Por último, la
habilidad de arrepentirse es temporal y sólo puede lograrse mientras uno está
vivo (Hebreos 9:27).
·
Bautismo en el Nombre de YESHUA (Jesús): Para nosotros los Pentecostales Apostólicos, El bautismo es otro
componente esencial para la salvación. Afirmamos la necesidad del
bautismo en (Mateo 1:21, Los Pentecostales Apostólicos creemos que la salvación
no se puede recibir sin el bautismo, específicamente sin la invocación del
nombre de ` YESHUA (Jesús) ` Para hacer esta afirmación, nos apoyamos en Colosenses 2:9 Porque en él habita corpóreamente' toda la
plenitud de la Deidad, Juan 5:43, Yo he venido en nombre de mi Padre, y
no me recibís; Hechos
10:48 Y mandó que fueran purificados en
agua por la autoridad dada al Señor YESHUA (Jesús) el Mesías. Después de esto, le rogaron que se
quedase por algunos días. Hechos 8:5 Entonces Felipe, descendiendo a una
ciudad de Samaria, predicaba al Mesías, Hechos 8:16 sino que solamente habían sido
purificados en agua en el nombre de YESHUA (Jesús), 19:2, 3,4… 5 Cuando oyeron esto,
fueron sumergidos en las aguas en el nombre del Señor YESHUA (Jesús), 6
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos la Espíritu Santo; y
hablaban idiomas, y profetizaban, 7 Eran por todos unos doce hombres.
·
Bautismo del Espíritu Santo: Los Pentecostales Apostólicos confesamos que el bautismo del
Espíritu Santo es parte del plan de salvación, y que hablar en lenguas (es
decir, hablando en idiomas que uno nunca ha aprendido anteriormente), es la
evidencia inmediata, exterior, notable, y audible de ser bautizado con el Espíritu
Santo. Creemos que el Gracia del Espíritu Santo es una promesa para todos los
que crean en las buenas nuevas, sin tener en cuenta raza, cultura o idioma
(Hechos 8: 17 Entonces les imponían las manos, y
recibían el Espíritu Santo; y Dios toma el mando de la vida del
creyente. Enseñamos que el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), no
debe confundirse con la señal inicial de recibir el Espíritu Santo, pues el
fruto del Espíritu es la señal permanente del Espíritu Santo. 22 Más las obras que resultan cuando
obedecemos al espíritu de Mesías, son evidentes: amor, gozo, paz,
Longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, 23
mansedumbre, dominio propio; de tales cosas, no hay nada prohibido en la ley
divina para vosotros. En el libro de los Hechos, las
lenguas son diferentes en funcionamiento y propósito.
Santidad
Los Pentecostales
del nombre de YESHUA (Jesús), creemos que la salvación se obtiene por gracia a través de la fe en YESHUA (Jesús), y no por las obras (Tito 3:5), nos salvó, no por obras que nosotros hubiéramos hecho para justicia,
sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación
del Espíritu Santo. Definitivamente ningún ser humano
en esta tierra, podrá "ganar" su salvación por tratar de
"vivir" el evangelio, sin OBEDECER primero la salvación que está
ordenada para todos los hombres, debajo del cielo. La santidad es y debe ser
resultado de la obediencia inicial a la salvación y no producto de practicar
"normas" de estilos de vida, como el vestirse, peinarse, alimentarse,
etc. La santidad que vive el creyente se debe reflejar interior y
exteriormente, pues todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, debe ser
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor YESHUA (Jesús), La verdadera doctrina, así como la santidad,
caracterizan al verdadero pueblo de Dios: (1. Tesalonicenses 5:23). Y el mismo Di-os de paz os santifique
plenamente; y la totalidad de vuestra personalidad: espíritu, alma y cuerpo,
sea guardada irreprensible en la venida de nuestro Señor YESHUA (Jesús), el Mesías. “Cuídate de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo
esto, tendrás tu parte en el mundo por venir como también como los que
obedecieren tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16). Absteneos de toda forma de mal. (1. Tesalonicenses 5:22).
También la Biblia nos insta
a acatar los mandamientos de Dios. Es aquí precisamente que todo aquel que haya
obedecido la salvación que anuncia las buenas nuevas de la gracia y
la bondad de YESHUA (Jesús), podrá definitivamente amar y obedecer los mandamientos originales de
la ley de Dios, que estuvieron basados antiguamente en la ley de Moisés, bajo
la ley de la "espada del juicio divino" de que el que no los hiciera
ciertamente moriría;
Mandamientos que ahora obedecemos
bajo la ley de YESHUA (Jesús), la ley del amor y del cumplimiento, los cuales por la obra redentora y
reconciliadora del Señor YESHUA (Jesús), en el calvario, fueron elevados a un nivel en
que la justicia divina los ve y considera a través de la obra expiatoria de YESHUA (Jesús), y por lo tanto toda
obediencia a ellos, es resultado primero de la obra que hizo el Señor.
Cuando nosotros obedecemos sus mandamientos, alcanzamos la garantía de los
beneficios de la redención alcanzada por YESHUA (Jesús), por eso la salvación nunca ha sido lograda por ningún mérito personal
de los creyentes, pues todo el mérito pertenece a YESHUA (Jesús). La santidad del creyente está unida al acontecimiento maravilloso de
la promesa del Señor YESHUA (Jesús), de que un día vendrá por su
iglesia."Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual, nadie verá
al Señor".
NUESTRA JUNTA DIRECTIVA:
"EL AÑO DE RESTAURACIÓN".
Presidente:
Vice-presidente:
Secretario:
Tesorero:
Presidente de Misiones:
Presidente de Jóvenes:
Presidenta de Damas:
DIVISIÓN DE SECTORES:
En Venezuela: la I.R .P, esta actualmente dividida en 4 sectores a nivel del país de Venezuela que son:
1. Fe de Llano
2. Fe de Centro
3. Fe de Oriente
4. Fe de Occidente
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de la Iglesia del sector la "L":
Si decides donar o colaborar con este Ministerio, estás decidiendo el dar la oportunidad que más personas les llegue el mensaje de la palabra bíblica en los más apartados rincones del mundo.
Para que nuestro Ministerio continúe en sus funciones, tu apoyo y colaboración por pequeña que esta parezca, es de enorme importancia;
Sé una bendición con tu donación para miles de personas que buscan la sana y verdadera doctrina bíblica.
Tu donación u ofrenda por humilde que parezca, ayudará en gran manera.
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Cuenta de ahorro Nº: 0070668472 Tilular I.Cristo es Quien Salva
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